El misterioso caso de un buque fantasma/Por Jorge Castañeda
Un caso por demás fantástico, pero corroborado por varios testigos ...
Un caso por demás fantástico, pero
corroborado por varios testigos de ambos barcos rivales que se enfrentaron en
la batalla de las Islas Malvinas, ocurrida en el año 1914, dio la vuelta al
mundo por los ribetes casi de ficción que el mismo tuvo.
Jean Raspail, en su libro Adiós, Tierra del Fuegoâ€, hace mención al mismo, que como hemos dicho llegó a conmover a la opinión pública de aquellos años.
¿SerÃa acaso un buque fantasma? ¿SerÃa el MarÃa celeste? ¿SerÃa el Caleuche?
Dice Raspail: “En lo más intenso de la acción, hacia el mediodÃa, apareció en el horizonte la silueta prodigiosa de una catedral de tela que navegaba derecho hacia la batalla. Fue entonces cuando espontáneamente, y sin que se hubiera dado la orden, mientras los dos almirantes, en sus puentes, la contemplaban con desconcierto, los combatientes cesaron el fuegoâ€.
“Asà lo relató más tarde un oficial del Invincible que tenÃa el alma lÃrica: Vimos un gran velero blanco pasar entre las lÃneas adversarias, con todas las velas en alto e hinchadas, como para transmitir un aliento de paz y de tranquilidad en medio de esa escena sangrienta. Nadie sabÃa qué hacÃa ahÃ, y más de un viejo marino, recordando los relatos del “Barco Fantasmaâ€, debió imaginarse que no era un navÃo real, sino la sombra de un navÃo. Bien podrÃa haber sido un enviado de los reinos del glorioso pasado de la marina Real Inglesa, cargado con un glorioso cargamento de tradiciones, de Nelson, Hood, Howe, Drake, Genville y tantos otros, para ver cómo se agregaban nuevos laureles a la frente de la Navyâ€.
“El velero se alejó hacia el sudeste en dirección al Cabo de Hornos. No habÃa desviado su ruta ni por un instante, desdeñando señalar su identidad, tal como lo impone la costumbre, enviando a la verga baja del artimón los pabellones que componÃan su nombreâ€.
“A través de las almenas de las torres, los binoculares o los periscopios de tiro, o en sus nidos de urraca blindados y detrás de las barandillas acorazadas de las pasarelas, cientos de hombres, mudos, lo miraban desaparecer de a pocoâ€.
“AsÃ, las dos escuadras enemigas, bajando un momento sus lanzas como los caballeros del pasado, saludaban la belleza y la perfección. Cuando todos se aseguraron de que esa enigmática y sublime aparición habÃa dejado el campo de batalla, fuera del acimut de tiro de los artilleros ingleses y alemanes, y que ya no corrÃa el riesgo de ser hundida, continuó la cañoneada de ambas partes, casi en el mismo instante, simultáneamenteâ€.
Pero el suceso no termina allÃ, dado que –continua Raspail- el mismo trovador de esta batalla agrega que “justo en el momento en que el Leipzig, último barco alemán hundido, terminaba de ser engullido la sombre de un gran navÃo a vela apareció, todo blanco, saliendo de las tinieblas brumosas y se esfumó nuevamente en el silencio sepulcral tan misteriosamente como habÃa venido. Realmente parecÃa el “barco fantasmaâ€. Era el mismo que, a primeras horas de la tarde habÃa pasado entre las escuadras combatientesâ€.
Hechos sobrenaturales ocurridos en nuestro mar austral. ¿Sigue siendo la Patagonia una fuente inagotable de hechos prodigiosos? ¿Qué secretos tesoros custodian en esta tierra?
El misterio la rodea y la forma, el mito elabora su presente y las leyendas se siguen tejiendo interminablemente, como una Penélope esperando el regreso del héroe que la redima y explique.

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