Ni con la devaluación alcanza: Las economÃas frutÃcolas continuaron perdiendo competividad
En el primer trimestre de 2019, el llamado “Ãndice de Competitividad Coninagro (IC)†mostró un retroceso de 4,2% frente al mismo perÃodo de 2018.
En el primer trimestre de 2019, el llamado “Ãndice de
Competitividad Coninagro (IC)†mostró un retroceso de 4,2% frente al mismo
perÃodo de 2018. Esto significa, según el análisis de los economistas que
elaboran este indicador, “un deterioro en la competitividad multidimensional de
las economÃas regionales en el inicio del añoâ€. Y todo a pesar de la fuerte
devaluación del peso que se registró desde mediados de 2018.
Con este resultado, el primer trimestre de 2019 se constituyó como el peor primer trimestre del perÃodo bajo análisis, que va de 2015 a la actualidad.
Desagregando los datos, los resultados muestran que 16 de las 18 economÃas que se observan para componer este Ãndice se encuentran peor que hace un año.
“Dentro de este grupo mayoritario se destacan los complejos que hoy se encuentran bajo a emergencia agropecuaria: peras, manzanas y cÃtricos. Estas economÃas mostraron en el primer trimestre del año caÃdas de dos dÃgitos en su competitividad multidimensional: -18,7% en peras, -11,6% en manzanas y -16,4% en cÃtricosâ€, precisó un documento difundido por Coninagro.
La competitividad se mide, para estos complejos productivos, tomando en cuenta varios ejes multidimensionales.
“Las economÃas de peras, manzanas y cÃtricos se vieron afectadas por el desenvolvimiento negativo del contexto macroeconómico, mostrando en los tres casos caÃdas superiores al 10% en dicha dimensión. Dentro de este apartado, los principales causantes corresponden al marcado deterioro del poder adquisitivo de la población (mayor al 10%) y un menor acceso al financiamientoâ€.
Por su parte, la dimensión correspondiente al desempeño económico afectó profundamente a las economÃas regionales mencionadas, con una caÃda promedio de la misma de 20% interanual.
“El complejo de peras fue el que sufrió los mayores golpes como consecuencia de un marcado retroceso del precio al productor (-40% en términos reales), lo que indica que el precio se incrementó muy por debajo de la inflación) y una caÃda de más de 30% en el consumo internoâ€, se explicó.
Queda claro que en esta composición de la competitividad tomando diversos factores, la fuertÃsima devaluación del peso producido en 2018 ya no alcanza a compensar otros desequilibrios.
En rigor, las pérdidas siguieron acumulándose a pesar de que “las economÃas de peras, manzanas y cÃtricos se vieron beneficiadas por un buen desempeño en el frente externo gracias a una ganancia de competitividad cambiaria (9% promedio) como consecuencia de la devaluación y a pesar de la imposición de retenciones y disminución de reintegros a la exportaciónâ€.

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