Dichos y refranes de orÃgenes diversos popularizados con el uso cotidiano/Por Eduardo Reyes
Tiempo atrás nos referimos al tema tomando como ejemplo, algunos de los recopilados por mi amiga Kela Labrisca de Merino publicados en su interesante libro; “Refranes, dichos y otras Yerbasâ€.
Tiempo
atrás nos referimos al tema tomando
como ejemplo, algunos de los recopilados
por mi amiga Kela Labrisca de Merino publicados en su interesante libro; “Refranes, dichos y otras Yerbasâ€.
Hoy insistimos con esta temática e incorporaremos algunos que me acercaron amigos, los encontrados en libros del periodista y escritor Daniel Balmaceda, como los aportados por el también periodista y conductor Charly Lopez
Iniciamos la recorrida con una conocida y contundente expresión que surge de una actividad vinculada a la recreación, el deporte y la gastronomÃa, pero que se utiliza para definir a aquellas personas de bolsillos apretados, lentos para desprenderse de sus pesos a quienes calificamos o conocemos como amarretes o “pijoteros†.
Pocos saben de dónde surge esa expresión, que se vincula con las pequeñas crias de determinados peces, como truchas, otros salmónidos, merluzas y anguilas a las que se conocen como “pijotas†y los pescadores cuando obtienen una pieza de poco tamaño, se estila devolverlos al agua, y aquel que no lo hace es considerado un “pijotero†calificación que también se da al amarrete.
Mi amiga Kela en su libro, nos ofrece algunos dichos o refranes que surgen de un disparate como; “mucho ruido y poca lana dijo un loco que estaba esquilando un chanchoâ€, similar al utilizado por otros como; “mucho ruido y pocas nuecesâ€, expresión que muchos emplean ante un hecho que aparece como trascendente o de singular importancia y al final resulta algo sin demasiado interés.
Por su parte el periodista Balmaceda, se remonta al 1867 cuando Daniel Maria Cazon, reunió a un grupo de amigos notables para celebrar haber sido designado como “Venerable Maestro de la Logia Confraternidad Argentinaâ€, entre los asistentes se encontraban descendientes de muchos hombres con nombres vinculados a nuestra historia como Floro Madero, reconocido dicharachero y bromista, hermano de Eduardo, quien ideo Puerto Madero.
En la abundante y variedad de exquisita comida servida, habÃa fuentes de batatas fritas, que según destaca Balmaceda en su libro tuvieron mucha aceptación, en especial por Floro Madero a quien Cazòn le solicito a los postres dirigiera la palabra y cuente alguno de sus chistes y bromas, lo que trato de cumplir aunque no lo hizo con su verba acostumbrada ni con la naturalidad habitual y al disculparse por ello alegò que “estaba algo abatatadoâ€, pues – dijo - me he comido una fuente de batatas.
Entre los numerosos refranes, dichos y otras expresiones, que publicò la amiga Kela en su libro, figura; “Abeja que pica no vuelve al panalâ€. Llegar a esta afirmación le demando una aguda observación que le posibilito establecer sin duda alguna, que al picar, este laborioso y productivo insecto, pierde su aguijòn y por ello muere, por lo tanto se descuenta que no retorna al panal.
Otro dicho popular que encontramos en la publicación de Kela Labrisca, Muy común entre la gente del campo, nos muestra como la observación de los habitos o costumbres del comportamiento de los animales que componen la fauna de la llanura nos permite definirlo en pocas palabras; Kela se refiere al dicho “Echao pa’ atrás como chimango en amoresâ€.
Esta ave rapaz de nuestra pampa, muy conocida en la zona, durante el ritual nupcial baja sus alas con las que casi roza el suelo y echa el cuerpo para atrás levantando orgullosamente su cabeza. Esta observación es la que recoge el refrán y se utiliza como ilustración de poses que suelen adoptar ciertas personas para manifestar su orgullo. Hay además quien para el mismo asunto suele utilizar el: “Echao pa atrás como petiso haciendo gárgarasâ€
Nuestra amiga dedica una buena cantidad de dichos que tienen por objeto considerar que algo que se está viviendo, se está prolongando demasiado y utiliza entonces las ocurrencias que surgen porque el asunto es muy largo; para ello expresa entre otros; “Largo como churrasco de vÃboraâ€; “Largo como discurso de tartamudoâ€, “largo como eructo de jirafaâ€, “Largo como esperanza de pobreâ€, “Largo como bolsillo de payasoâ€, y también, “Largo como puteada o sermón de tartamudoâ€.
Otro dicho que tiene una contundencia indiscutida, es el que se refiere a los efectos que pueden ejercer las palabras y que es muy utilizado al comentar lo que alguien ha dicho o expresado y se recomienda entonces cuidar las palabras porque “la lengua no es de acero pero corta.â€, ya que como se afirma, según las palabra que se usan pueden convertir a la lengua en un elemento cortante.
De acuerdo a los libros o documentos consultados, los dichos y refranes en su mayorÃa tienen sus orÃgenes en distintos paÃses europeos de donde han llegado los inmigrantes, de las observaciones de nuestros hombres camperos, basados en cuestiones evangélicas o expresiones del momento.
Además, otra fuente de información al respecto provienen de cuentos populares a los que se dan por cierto y de obras literarias. Daniel Balmaceda entre sus numerosos trabajos nos habla del popular y difundido “convidado de piedraâ€.
La historia proviene de Sevilla, España donde el Comendador Gonzalo de Ulloa quien se entero que un joven galán sedujo a su hija de nombre Inès que era monja. A raÃz del hecho reto a duelo a matar o morir al seductor, por el honor de su hija.
En dicha contienda Gonzalo de Ulloa murió. Tras varios años el seductor de Inès visitò el cementerio donde se enfrentò con la tumba de Ulloa que estaba adornada con una estatua de figura humana y una là pida que decÃa; “Aquà aguarda del señor; el mas leal caballero la venganza de un traidor.â€
El seductor se burló del epitafio e invito a la estatua a que esa noche vaya a su casa. Por la noche reunido con amigos hablaba sobre el tema y hasta hizo servir una copa de vino, alegando que tal vez el comendador Ulloa le seguirÃa su humorada.
Cuando el grupo de amigos se disponÃa a comer y beber, se escucharon golpes en la puerta y de inmediato sin que nadie abriera la puerta la estatua del comendador ingreso en la casa, aterrorizando a los presentes.
Dicho cuento fue llevado al teatro con diversos tÃtulos y numerosas versiones, pero además se popularizo la expresión de “convidado de piedraâ€, cuando alguien llega a una casa, fiesta o reunión inesperadamente.

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