Orgullo rionegrino: “La vida no termina en una silla de ruedasâ€
En 2017, Argentina Salazar dejó atrás su pasión por las jineteadas debido a un desafortunado accidente del que quedó en silla de ruedas, pero pronto se enamoró del arte de la arquerÃa.
En 2017, Argentina Salazar dejó atrás
su pasión por las jineteadas debido a un desafortunado accidente del que quedó
en silla de ruedas, pero pronto se enamoró del arte de la arquerÃa. Con
determinación y enfoque, la rionegrina se sumergió por completo en su nuevo
deporte.
Salazar nació en 1978 en un pequeño paraje ubicado a 40 kilómetros de Bariloche, conocido como Villa LlanquÃn. Desde temprana edad, desarrolló una pasión por los caballos y las jineteadas, convirtiéndose en una referente femenina que se destacaba en competiciones regionales y nacionales.
A pesar del revés inesperado que sufrió tras su accidente, demostró una admirable fortaleza y determinación para enfrentar su nueva realidad. “Fue durante un torneo multidisciplinario, en el Balneario El Cóndor, cuando tuve mi primer encuentro con la arquerÃa adaptada. Noelia Valenzuela, profesora de arquerÃa, se me acercó y me sugirió probar, reconoció en mi condición y el perfil necesario para la disciplina. Hoy 10 meses después, me encuentro entrenando en el CeNARD y la arquerÃa se convirtió en mi cable a tierraâ€, expresó.
En el CeNARD –Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo- avanzó significativamente en su técnica y pasó de participar en la categorÃa de 18 metros a enfrentarse a desafÃos de 50 metros. Su determinación y enfoque la llevaron a establecer un objetivo ambicioso: “Quiero alcanzar los 70 metros, para clasificar y representar a mi paÃs en torneos nacionales e internacionalesâ€, enfatizó.
Para Argentina Salazar, la arquerÃa adaptada no solo representa una nueva pasión, sino también una oportunidad para superar las adversidades y alcanzar sus metas. “Es importantÃsimo poder compartir, fomentar y difundir el deporte adaptado, que las personas con discapacidad tengamos la oportunidad de seguir haciendo cosas. Nuestra vida no termina en una silla de ruedas, la vida sigue como cualquier persona†Su historia es un testimonio inspirador de la capacidad humana para adaptarse, crecer y alcanzar nuevas alturas, incluso en medio de los desafÃos más difÃciles.

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