SOY LARGA Y FEA Y ESTOY CANSADA DE ESPERAR /Por Jorge Castañeda
Ha pasado ya mucho tiempo de mentiras y falacias.
Ha pasado ya mucho tiempo de
mentiras y falacias. Y sigue el pescado sin vender. Estoy cansada de esperar.
En época de elecciones los candidatos igual que maracanases desvergonzados vienen a echarme cuatro imprecaciones para la
gilada prometiendo que se van a ocupar de mÃ. Pero yo estoy convencida que a
este paso voy a entrar en el libro de los record Guinness.
A mi gente, la que todos los dÃas se rompe el alma trabajando y tiene que viajar de urgencia le quiero pedir perdón porque he roto sus vehÃculos, por haberme cortado por varios dÃas, por usar el serrucho, pero no ha sido mi culpa.
Una vez sentà mucho miedo cuando en inmediaciones del paraje Nahuel Niyeu las aguas caudalosas me partieron por la mitad y desgarraron mi piel arrastrando con su furia parte de mi cuerpo. Y jamás me compusieron. Solamente letanÃas y promesas. ¡Qué mala es mi suerte!!
Fui la causa de empresas corruptas, de caballito de batalla de todos los candidatos, de crÃticas y anatemas por doquier. Sigo igual y a nadie se le mueve un pelo.
Me hirieron con voladuras, por cada capa que fallaba me pusieron otra, y hasta me comparan con la obra del Escorial. Escoriaciones son las que tengo, chapucerÃas y unos pozos que muchos llaman baches que dan miedo, pero nada; a nadie le importa mi mala fortuna.
Soy la única ingenua que en vez de avanzar, como el cangrejo va para atrás. Pasan las estaciones, pasan las nevadas, pasan los aluviones, pasan los años: todo pasa y yo estoy siempre igual: inacabada.
Licitación tras licitación siempre falta un papel, una coma, un tilde; que este se fundió, que no hubo oferentes, que los recursos son escasos. En fin ¡Qué papelón!!
Me han clavado con carteles: “Animales sueltosâ€, “DesvÃo†y otras lindezas por el estilo como “Zona Wifi†que nunca anda. FaltarÃa que pongan, por ejemplo, sobre mà para protegerme, estoy inerme.
Si hay deslaves o derrumbes soy noticia en los medios por algún tiempo, pero después, como siempre sucede, son cosas que se olvidan.
Y me produce un gran dolor que me echen la culpa por los accidentes viales que han dejado vÃctimas fatales. ¿Quién paga una vida, los funcionarios?
Asà estamos ¡y dale que vá!!
Ya he visto dos inauguraciones con bombos y platillos, pero, siempre hay un pero. “Que la mar está en bajante, que hay que esperar el cambio de algún secretarioâ€.
Cuarenta años, cuarenta kilómetros y los cuarenta ladrones de Alà Babá. ¡Qué cosa! Dijo Barbosa.
Y ahora con las votaciones vamos de mal en peor: recorte de recursos y otras chácharas. Está que da asco la situación en Damasco.
Por si los lectores no lo han adivinado, me presento: -SOY LA RUTA 23.

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