“Cuando llegamos a la Municipalidad todas las áreas eran un desorden total. En Zoonosis faltaban frascos de ketamina. Manejaban así un esquema de remedios que también sirven para hacer drogas sintéticas. Yo no sé si lo hacen o no lo hacen (fabricar drogas sintéticas), pero que se pierden los frascos, se pierden”, bramó el intendente Walter Cortés en diálogo con Radio Seis.

El jefe comunal estalló con el Soyem y el Colegio de Veterinarios de Río Negro por los problemas surgidos en Salud Ambiental, Veterinaria y Zoonosis, que desde hace meses entró en un tironeo con el personal del área, con licencias por salud sorpresivas, denuncias por faltante e irregularidades en el manejo de la ketamina (anestésico), renuncia del veterinario responsable, intento de cobrar servicios gratuitos, venta de alimentos de los caniles y otras controversias.

El resultado: hace semanas que el quirófano no puede realizar castraciones ni vacunación, y los vecinos son los más perjudicados.  

“Entonces dijimos, ¿qué vamos a hacer? Denuncia penal al tipo que se lleva los frascos -continuó Cortés-, alguien tiene que hacerse cargo, porque ¿sabe lo que pasa en estas cosas hace mucho tiempo?, nadie se hace cargo, se te perdió el motor y nadie se hace cargo”.

Recordó que al asumir la función “todas las áreas eran un desorden total. Había gente que iba, marcaba y se iba a la casa. Había alrededor de 200 personas con licencia por enfermedad. Había certificados que convalidaban a una enfermera por problemas psicológicos. Era un lío todo, la falta de apego, de ganas y voluntad de trabajo, la mala atención, todas estas cosas pasaban cuando nosotros llegamos. De a poco, fuimos mejorando la situación”.

También expresó su enojo respecto a la seguidilla de licencias por enfermedad del personal de Zoonosis, que incluyeron al veterinario responsable del quirófano y la ketamina, José Garro, quien pasó meses sin ir a trabajar y cuando iniciaron una auditoría por los faltantes, renunció.

“Si vos hacés cargo al veterinario, el veterinario se enferma. Después se enferma la ayudante. Después se enferman los dos auxiliares. Después se enferman los otros dos, y bueno, tenés un boicot, porque no puede ser que todos se enfermen a la vez”, se enojó.

 

“Buscamos a quienes quieran trabajar”

 

Dijo que esas licencias llevaron a paralizar el quirófano, las castraciones y la vacunación, y que decidió ir en busca de profesionales y técnicos que “quieran trabajar”.

“¿No quieren trabajar? Listo, se incorpora a otro más. Lo lamentable todo esto, que mientras ellos están con certificados médicos, el pueblo le tiene que pagar con sus honorarios. Le tiene que pagar el salario. Por eso me quejo yo, porque acá hay una mala costumbre”, siguió.

Lamentó la contratación de otra veterinaria en la gestión de Gustavo Gennuso que “no está habilitada para castrar y se la contrató para eso” y dijo que “la gestión anterior no rindió los frascos de ketamina”.

Cargó contra el Colegio de Veterinarios de Río Negro: â€œse está oponiendo a que esta gestión sea exitosa, pueda castrar y los vecinos tengan solución”.

“Es muy llamativo que desde afuera del municipio pareciera haber algunos monjes negros que intenten poner palos en la rueda en este sentido”, sostuvo.

Afirmó que por estas cuestiones “siempre paga el pueblo, por encima de los intereses de esas organizaciones corporativas”.

 

Rabietas

 

El propio Intendente calificó sus descargos como “rabietas” y estas fueron algunas de sus frases en el diálogo con el programa “Primera mañana”:

“Conmigo no van a pasar, me van a hacer un par de escaramuzas, por supuesto. Pero conmigo no, porque nosotros a aquel que se llevó algo le vamos a meter una denuncia penal. Vamos a identificar en la justicia por qué se pierden las cosas”.

“Hagan su trabajo, porque ustedes vinieron a trabajar a la Municipalidad, no vinieron a poner el dedo e irse a la casa o a tener dos trabajos como muchas veces se da. Ustedes vinieron a trabajar y si no vienen a trabajar, tengan la dignidad de renunciar e irse. Porque después hay muchísima gente que quiere tener ese trabajo”.

“No se puede tener una institución donde no se trabaje y se paguen los salarios. ¿Dónde se ha visto eso?” señaló, y dijo que los vecinos que pagan las tasas o los impuestos “para que ellos (los municipales) y estén felizmente en la casa con un certificado psicológico”.

 

El Soyem responde

 

A su vez el gremio municipal expresó su malestar con el Ejecutivo y en particular la directora de Sanidad Animal, Marcela Castillo, y afirmó que hay una “crisis sanitaria en el servicio de la Municipalidad Bariloche”.

Adelantó que solicitó “una audiencia urgente” ante la Delegación de Trabajo, para “buscar soluciones definitivas que se puedan implementar a corto plazo”.

Dijo que en diciembre el Intendente “designó al frente del área a alguien que no es profesional veterinario y que demostró serias dificultades en la gestión del personal”.

Agregó que eso provocó “inconvenientes en el equipo de trabajo al desarticular procesos que cotidianamente sostenían el servicio. El profesional veterinario que cumplía funciones como jefe de quirófano (Garro) renunció a ese cargo y se dio de baja como director técnico para el Senasa (que regula) la compra, uso y descarga en el sistema de la ketamina. A partir de ese momento, el organismo nacional bloqueó el uso de la droga a la Dirección General de Sanidad Animal hasta que no esté declarado un nuevo profesional a cargo en el sistema. Por lo tanto, el área municipal en cuestión no puede utilizarla, no puede realizar cirugías y, nuevamente, no puede llevar a cabo las castraciones”.

Defendió a Garro y otros agentes acusados por Cortés asegurando que “se otorgaron licencias a integrantes del equipo original de los sectores de quirófano y administración, las cuales no fueron tomadas por voluntad propia de los afectados, sino por situaciones ajenas a ellos, por ejemplo, procesos de investigación por maltrato laboral o mal clima laboral que nunca avanzaron. Esto derivó en la imposibilidad de ejercer funciones del equipo completo. Estamos hablando del mismo equipo que -durante años- brindó buena atención y servicio a la comunidad, con una trayectoria y experiencia intachable”.

Cuestionó la contratación de nuevos veterinarios, “aumentando gastos en la dotación de personal de una manera exorbitante y de manera irregular (sin pasar por RRHH ni el Departamento de Selección y Desarrollo)”.

Fuente: Bariloche 2000

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