Milei y Villarruel: una relación tormentosa que ambos alimentan/Por Fernando RamÃrez
Los chisporroteos entre los integrantes originales de la fórmula presidencial son ya habituales, y tuvieron un nuevo capÃtulo esta semana con el aumento a los senadores.
Los chisporroteos entre los
integrantes originales de la fórmula presidencial son ya habituales, y tuvieron
un nuevo capÃtulo esta semana con el aumento a los senadores.
Los vaivenes de la relación tormentosa que -últimamente- alimentan casi a diario el presidente Javier Milei y su vicepresidenta Victoria Villarruel ya se han tornado en un clásico del vÃnculo cÃclico que ambos mantienen desde que asumió el binomio de La Libertad Avanza, el 10 de diciembre pasado.
El último cortocircuito es el nuevo aumento salarial para los legisladores en el Senado, el que fue criticado severamente por el lÃder libertario y del cual Villarruel se hizo a un costado.
“Es más que una burla, es una traición al pueblo argentinoâ€, reaccionó rápidamente Milei en redes sociales, ante la noticia del abrupto incremento salarial, mientras su vice pretendÃa desligarse: “Sólo aplico las paritarias de los empleadosâ€.
El tema urticante sobrevoló la reunión de Gabinete de este martes por la mañana celebrada en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada, donde deliberaron los ministros encabezados por el presidente. Una fuente oficial comentó que fue el “comentario obligado†en la previa del encuentro de ministros y que la sensación generalizada fue de “desazón†frente al fuerte aumento salarial de los senadores.
Otro contrapunto marcado en la relación cÃclica Milei-Villarruel se registró el viernes pasado en la cena de las Fuerzas Armadas, a la que asistió, como es de estilo, el jefe de Estado, pero -extrañamente- no la vice.
A esta altura, según la evaluación de fuentes de la Casa Rosada y el Senado, esa forma de “confrontación†será siempre simbólica, no llegará hasta un lÃmite de romper relaciones, pero la saga continuará.
En ocho meses de gobierno, los desplantes desde uno y de otro lado se fueron haciendo cada vez más visibles y cercanos en el tiempo. Al principio, eran espaciados, pero la relación empezó mal ya desde la asunción en diciembre. Tan es asà que Villarruel visitó dos veces la Casa Rosada para buscar una oficina -todos los vicepresidentes la tienen usualmente- , pero finalmente desistió de tener un despacho en ese ámbito. Y, como presidenta, ante cada viaje al exterior de Milei, nunca se trasladó hacia el sillón presidencial de Rivadavia.
El mal clima se originó cuando en plena campaña electoral, Villarruel realizó unos actos con pancartas que sugerÃan un presunto proyecto polÃtico propio.
Eso conllevó una declaración de guerra para el lÃder libertario, que como primera medida decidió no darle, como le habÃa prometido públicamente, los ministerios de Seguridad y de Defensa. Villarruel ya tenÃa los equipos técnicos y los nombres de los futuros ministros, pero la idea se “mancó†con la furia que le produjo a Milei esos actos partidarios con ella como primera figura.

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