Desde el "Cerro Banderita" miro el mar del "golfo más azul del continente" y el extendido ejido del querido balneario de Las Grutas. Es un verdadero paraÃso todavÃa por descubrir. Su blanca costanera nos invita a caminar.Y a nuestro lado, el mar, siempre el mar.
Estoy en un lugar con mucha historia para los residentes. Estar aquà sin duda que emociona. Es el promontorio de mayor altura en los alrededores de la villa. El paisaje es maravilloso y si se mejora y señalizara serÃa un atractivo turÃstico más.
Siempre habÃa tenido noticias del lugar por las historias que los lugareños me sabÃan contar y por haber leÃdo una reseña sobre el mismo en el interesante libro de la escritora e historiadora doña Josefina Gandulfo Arce de Ballor.
Cuentan que debe su nombre porque algún pionero supo enarbolar aquà una bandera argentina. Hay una pequeña eremita y una placa alusiva.
En la costa rionegrina y en especial en Las Grutas la mano de Dios ha sido pródiga con una naturaleza todavÃa poco contaminada por la desidia del hombre que aún en general no sabe cuidar el ambiente.
Hay varios caminos que llevan al lugar. Arriba se siente una sensación muy especial, como en todos los lugares altos a los cuales hay que respetar.
A mà me gusta conocer los alrededores de Las Grutas. Uno siempre descubre maravillosos espacios que nos cuentan una historia diferente-
Y la pregunta es in evitable ¿Qué pueblos habrán hollado la altura del cerro Banderita? ¿SerÃan tehuelches? ¿Y antes de ellos, quienes? Porque se habla de asentamientos humanos que datan de 13.000 años. ¿SerÃan pueblos trashumantes? No lo sabemos, Sà que eran cazadores y recolectores.
"El mar, siempre el mar. / lo siento a mi lado/ y soy feliz. Es un trotamundos/ de verde/ o azul. El mar, siempre el mar/ y esta sensación/ de bienestar. Y las olas/ que nunca/ cesan de trabajar. El mar, siempre el mar, en mÃ/ ¡Cuánto solaz!
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