De frente a la multitud que anoche, en el Círculo Italiano, lo escuchaba y lo ovacionaba, el gobernador Alberto Weretilneck fue categórico: “Estoy más contento, más feliz, que si yo hubiese sido electo” en la histórica jornada. Y aclaró por qué lo decía: “Hoy empezamos a construir la impronta de una provincia como construyeron nuestros hermanos del Movimiento Popular Neuquino y como tantos otros partidos provinciales de la Argentina. ¡Arriba y arriba rionegrinos!”.

La referencia al MPN no quedó allí, ya que hasta destacó que el “arriba y arriba” lo solía repetir uno de los históricos de aquel partido, Elías Sapag. Estas palabras trasuntaron el tono general de lo que expresó ayer el mandatario, tanto en el acto ante sus enfervorizados seguidores como en la conferencia de prensa previa: que Juntos Somos Río Negro es una fuerza profundamente provincial y que la elección de ayer tuvo ese matiz profundo y excluyente.

Por eso, hasta repitió, al menos en tres oportunidades, que JSRN no asumirá un posicionamiento con ningún partido nacional en las elecciones que se vienen en la segunda mitad del año. No se aliará con nadie y no lo hará -explicó- porque eso sería introducir una división en el seno de sus votantes.

Por otro lado, Weretilneck lanzó varias definiciones contundentes. Una, que no asumirá cargo alguno en el próximo gobierno de Arabela Carreras y que será ella, la electa mandataria, quien tomará todas las decisiones. Él la apoyará desde el partido, trabajando con la militancia. Y opinará, de ser necesario, en los temas que surjan pero siempre desde el diálogo. Desde ya, anticipó que no prevé diferencias, de ningún tipo, con su sucesora.

Además afirmó que lo que triunfó en los comicios fue un proyecto y una idea de gestión rionegrina: “Hoy hemos defendido a la provincia”, manifestó. Y rechazó de plano la posibilidad de volver a presentarse como candidato a jefe comunal de la ciudad que lo vió surgir políticamente.

Fuente: LM Cipolletti