La concejala Vanessa Cacho Devincenzi objetó varios artículos de la ordenanza que se sancionó hoy que establece en la ciudad un marco regulatorio de las Pequeñas Unidades Productivas en el orden Alimentario, de Servicios u Oficios y de Artesanías, por considerar que son perjudiciales para quienes llevan adelante estas actividades que se encuadran en la llamada economía informal.
Señaló que en la norma propuesta hay condiciones de casi imposible cumplimiento y, de aplicarse tal como está,  quita a estas familias su medio de subsistencia “con lo cual  no van a poder llevar el  alimento minimo a sus seres queridos”.
Ejemplificó con requerimientos que inclusive serían de difícil cumplimiento para comercios, referidos a documentación sobre el inmueble donde se llevará a cabo la actividad; estructura y horarios de producción; exigencias de rotulación de los productos y otro artículo donde se enumeran más de siete constancias y certificados a tramitar y presentar para acceder a la habilitación, entre otros.
 â€œSe exigen requerimientos que por su exceso burocrático impiden  las actividades en vez de facilitarlas, ignorando que se trata en general de actividades de subsistencia o de complemento a ingresos formales que hoy resultan escasos para cubrir una canasta básica”, aseveró.
La concejala votó en contra además  todo el Capítulo 3 referido a los  artesanos porque “hemos estado trabajando directamente con las y los artesanos y lo evaluado con los mismos, incluso con la participación del ejecutivo municipal se contrapone en muchos aspectos de la norma”.
Recordó que presentó días atrás  un proyecto de ordenanza por el cual se crea un Registro Único de Artesanas y Artesanos, trabajado por consenso con las y los protagonistas de esta temática, como base para tener una política pública que permita revalorizar su actividad y favorecer la comercialización de su producción manual.
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