Patoruzú, el tehuelche bueno y noble/Por Jorge Castañeda
¿Alguien tomó mate con la yerba Patoruzú?
¿Alguien tomó mate con la yerba Patoruzú?
El indio bueno y noble –según lo describió su creador Dante Quinterno- ha cumplido años y aún goza de buena salud.
Sentimos por estos personajes de historieta una gran nostalgia porque marcaron de alguna forma nuestra infancia.
Se sabe que “Patoruzú tenÃa un gran corazón, fortaleza, amor por la naturaleza, habilidad para el deporte, tesón, rudo dialecto aborigen y un pr4imer nombre, Curuguá Curiguaguiguá, tan difÃcil de recordar que el dueño del diario CrÃtica, donde se publicaba la tira, le pidió a Quinterno, su creador, rebautizarlo. El último de una larga cadena indios tehuelches, Patoruzú se convirtió en el primer héroe nacional a gran escala y la primera tira sudamericana en llegar a un diario de los Estados Unidosâ€.
Entre los geniales personajes secundarios podemos citar a su hermana la enamoradiza Patora, y su hermano menor Upa, de doscientos kilos y fuertes panzazos, ingenuo y siempre dispuesto a ser engañado; Ñancul, capataz de la chacra; la Chacha, su mamá adoptiva famosa por su pipa y sus empanadas; Pampero, su fiel caballo; Chiquizuel malvado e intrigante con el inefable Chupamiel; el Comisario siempre luchando contra los malvados; el linaje de los Patoruzek. Por supuesto que en las dos versiones de pequeños y adultos, por eso Patoruzito, Isidorito, Pamperito y luego Patoruzú, Isidoro Cañones, Pampero.
En la zaga del perfecto chanta porteño Isidoro sobresalieron su tÃo el pundoroso coronel Cañones, su novia y compañera de fechorÃas Cachorra, el coronel Bazuka, el sastre ruso siempre estafado; el servicial valet de los cañones, Manuel, gallego, bonachón y encubridor; el tÃo Ignacio, despilfarrador y juerguista como el rey de los Playboys.
Era Isidoro el reflejo de todo aquello que podÃa esperarse de un dandy de la época inspirado tal vez en Macoco de Ãlzaga Unzué: derroche en el casino, carreras de caballos, whisky importado, automóviles de lujo (ahora de alta gama) y otras yerbas.
Según un comentario “Dante Quinterno no era ningún improvisado: habÃa aprendido del negocio de la mano de los hermanos Fleischer, los dibujantes de Betty Boop, y cosechó la admiración de Walt Disney. En el pico de su carrera, creó su propia editorial, con cien guionistas e ilustradores a su cargo. Los empleados lo recuerdan generoso con los salarios y los elogios, exigente con el trabajo y obsesivo hasta la última boleadoraâ€.
Patoruzú e Isidoro juntos eran dinamita y más desparejos que don Quijote y Sancho Panza, tal vez el último quijote y el último dandy: hoy ya son parte de nuestros recuerdos y porque no de nuestra cultura criolla.
Para los refutadores de leyendas -que los hay- dejo las interpretaciones sociales y polÃticas de los personajes. Yo me quedo con esas revistas que alegraron las horas de mi infancia y me hicieron reÃr y esperarlas con devoción cada quincena.

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