Cosas del tiempo de MarÃa Castaña/Por Jorge Castañeda
En la época de Cervantes ya se habÃa convertido en una referencia temporal ambigua para referirse a un pasado muy lejano, equivalente a “los tiempos de Matusalénâ€.
Antes de entrar en el tema de la nota que nos ocupa convendrÃa detenernos un espacio en la frase del tÃtulo que alude a “un tiempo bastante antiguoâ€.
Se sabe que “el 18 de Junio de 1386, MarÃa Castaña, mujer de MartÃn Cego, Gonzalo Cego y Alfonso Cego, confiesan haber hecho muchas injurias a la iglesia de Lugo, y haber matado a Francisco Fernández, mayordomo del Obispo. Para satisfacción de estos delitos, hicieron donación a la Catedral de todas las heredades que tenÃan en el coto de Cereixa y se obligaron a pagar mil maravedÃes de la moneda usualâ€.
En la época de Cervantes ya se habÃa convertido en una referencia temporal ambigua para referirse a un pasado muy lejano, equivalente a “los tiempos de Matusalénâ€. Por eso “en tiempos de Maricastaña, cuando hablaban las calabazasâ€.
Suele también escucharse todavÃa en nuestro paÃs la frase “cosas del tiempo de ñaupa†que viene a ser lo mismo. El vocablo ñaupa proviene del término quichua “ñawpaâ€, que significa viejo o antiguo.
Hasta aquà el origen de la frase que alude a hechos o cosas que pasaron hace bastante tiempo. Ahora vamos a las cosas al decir de Ortega y Gasset.
A los que tenemos ciertos años nos han quedado muy fijadas en la memoria ciertas propagandas radiales o gráficas de algunos productos o casas de comercio que ya han desaparecido para siempre.
¿Quién no acuerda de la bella cabeza de un señor llena de alfiles de gancho que promocionaba a la aspirina Geniol? ¿Acaso no decÃa la letrilla “Venga del sol, del aire, del vino o de la cerveza cualquier dolor de cabeza se quita con un Geniolâ€. Fue mal atribuida a Gardel, pero de tan pegadiza casi todos la recordamos.
Allá quedó en el tiempo el famoso “Glostora Tango Club†y “Odol pregunta†con su “Minuto Odol en el aireâ€, ya en épocas televisivas. ¿Quién puede olvidarse del jabón “Cadum†que hizo famosa a la diva Susana Giménez.
En viejas revistas amarillentas han quedado las propagandas del aceite de ricino, de la leche de magnesia Phillips, de las pinturas ColorÃn, de Lux, el jabón de las estrellas, del vino Toro, la bebida de los pueblos fuertes, de la brillantina para el cabello, de la “calidad Superior†del Cinzano y “para después de comer del cognac Otard-Dupuy, entre otras.
Recuerdo entre otras propagandas que leà en las revistas de mi infancia una a todo color del vino Arizu, tinto, clarete y blanco. El preferido de mi padre era el clarete con soda en esos maravillosos sifones de gruesos vidrios azules o verdes. Otra propaganda invitaba a pedir a su proveedor el “Aceite puro de oliva “Tittarelliâ€, en lata, maravilloso.
Pasando a las radiales, muy creativas, algunas han quedado en mi memoria. En BahÃa Blanca habÃa una cancioncilla que decÃa: “Lo fabrica Julián Urtueta, detergente La Flor del Surâ€, y en San Antonio recuerdo otra muy efectiva y pegadiza que glosaba: “La basura al basurero municipalâ€.
De las más exitosas recuerdo aquella de Eveready “una pila de vidaâ€. Conocà a su creador. Y una maravillosa promocionaba al Renault Megane, basada en el cuento de Cortázar “La autopista del surâ€.
Más modernas y televisivas son “La llama que llama†y la nuestra y rionegrina de Telefónica “A que no sabés vieja de donde te estoy llamandoâ€, que hizo famoso a su protagonista, entonces policÃa.
Somos – se dice- las cosas que recordamos. Yo recuerdo de aquellos viejos tiempos la propaganda de ropas de trabajo de Coppa y Chego, donde aullaba un lobo y no podÃa romperlas, la de Ferro Quina Bisleri, la famosa de Ginebra Bols porque “una copita estimula y sienta bienâ€, la de Casa Muñoz “donde un peso vale dosâ€.
Y quedan muchas que los lectores de ciertos años habrán de recordar con cariño y cierta nostalgia. Nosotros y aquellas pequeñas circunstancias que han formado nuestra vida. Cosas, amigos, del tiempo de MarÃa Castaña.

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