Coco Colás, “en la vereda que arranca con Moreno en 1810†y “junto a Néstor y Cristina y su polÃticaâ€/Por Claudio GarcÃa
Como todos aquellos que lo conocieron, también a mà me llenó de tristeza la muerte de Jorge “Coco†Colás, ya que fue una gran persona.
Como
todos aquellos que lo conocieron, también a mà me llenó de tristeza la muerte
de Jorge “Coco†Colás, ya que fue una gran persona. Resumió muy bien Carlos
Espinosa en esta agencia aquellas cualidades que lo caracerizaban: “de sonrisa
cordial, el que siempre te daba una mano, el que cumplÃa con el compromiso
asumidoâ€. No fue un amigo cercano, de esos que cuando se puede comparten gran
parte de tu tiempo y que suelen estar por arriba de muchos componentes de la
familia, quizás por ser de distintas generaciones, pero compartimos desde que
llegué a Viedma en 1985 muchas circunstancias vinculadas al periodismo que
ambos ejercÃamos, pero también a lo sindical (lo pude acompañar como secretario
gremial en una de sus gestiones al frente de Sindicato de Trabajadores de Prensa
junto a otras maravillosas personas de aquella conducción como Espinosa y
Néstor Busso) y lo polÃtico, y también al ocio social de encontrarnos con
amigos comunes y departir tanto sobre bueyes perdidos como de los avatares del
presente de la provincia y el paÃs. Especialmente en el último tiempo,
aprovechando que nos conectábamos habitualmente a través de la compu porque me
mandaba sus artÃculos para publicarlos en APP, vÃa email hablamos mucho del
devenir de las ideas y el compromiso social y polÃtico que uno y otro tuvimos, y
cómo, con los gobiernos de Néstor y Cristina, nos sentimos en cierta medida
privilegiados de haber vivido poco más de una década con polÃticas que por
primera vez desde la recuperación democrática en 1983 fueron más afines a lo
que pensábamos y querÃamos para el paÃs.
Creo que la mejor evocación que desde mi lugar puedo hacer de Coco tiene que ver con dejar constancia de algunas de esas cosas que me dijo en ese intercambio si se quiere epistolar del último tiempo, ya que me di cuenta al releerlas que constituÃan con algunas sentencias concretas algo asà como un balance de su trayectoria polÃtica. No creo cometer ninguna infidencia al hacerlo, ya que otras de las cualidades de Coco fue no tener dobleces, no decir una cosa en privado y otra en público, como bien lo saben sus afectos y amigos más estrechos. Recoger sus palabras y compartirlas me sirve además para no sentir su muerte como algo irremediablemente perdido, sino que hay un legado que no nos abandona.
Ya se sabe que el peronismo, la polÃtica, no fue algo menor para Coco. HacÃa responsable de ello a su viejo. Me recordaba que “tenÃa 11 años cuando con mi vieja esperamos hasta las 2 de la madrugada a mi viejo que habÃa concurrido a Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945â€. Se lamentaba que en su juventud todavÃa no habÃa asumido un compromiso polÃtico porque “estaba dedicado al futbol, la milonga y la noche porteña que estaba en su máximo esplendorâ€. Pero si bien en esos años no participó activamente en lo polÃtico “tenÃa a mi viejo que me orientó hasta 1969 que fallecióâ€.
La mirada de su viejo era recurrente, quizás como nos pasa a muchos cuando ya somos más que adultos. En las últimas horas leà algunos mensajes de pares del peronismo de Coco que elogiaban su fidelidad permanente al partido y estar a disposición cada vez que se lo requerÃa por sus virtudes de periodista, de militante, de sus saberes en historia popular y en proyectos que hubieran permitido el desarrollo de la región, la provincia y el paÃs. Coco sin embargo lamentaba no haberse alejado de alguas etapas. Confesaba que “siempre fui orgánico y mucho tiempo después me di cuenta que le erré y por mucho. El apoyo a Menem, Duhalde y a Costanzo en RÃo Negro fue el error polÃtico más grande de mi vida y estoy fatalmente arrepentidoâ€. Por estos balances, absolutamente polÃticos y no embargados de sentimientos personales, me escribÃa no exento de un humor mordaz que “mi viejo me hubiera cagado a patadas, ya que él tenÃa una clara visión polÃtica, con la Constitución del 49 y el sueño de la Patria Grandeâ€.
Consideraba incluso que Menem “le hizo más daño al paÃs que Macri. Lo que no se animaron a hacer los militares en distintos golpes de estado, lo hizo el riojano, que fue el Trump o Bolsonaro argentinoâ€.
Pero más allá de lo que consideraba errores -quién no los ha tenido al tener que caminar junto a tanto “serpentarioâ€, como dirÃa el Negro Livigni, la Nomenklatura que suele conducir la polÃtica partidaria-, se sentÃa muy orgulloso de su compromiso permanente con el campo nacional y popular, de estar plantado “en la vereda que arranca con Moreno en 1810â€.
Como dije en un principio, Coco destacaba que “cuando llegan Néstor y Cristina me hicieron reaccionar y me ubiqué junto a ellos y su polÃticaâ€.
Todo hombre posee paisajes de su historia, algunos que para el otro constituyen espacios despejados y otros más en sombras. Creo que basta con lo que reproduje para echar un poco más de luz sobre alguns de esos paisajes que creÃamos conocer. No obstante, en algo asà como una yapa, dejo algunas lÃneas más que constituyen una mirada sobre el presente polÃtico y lo que esperaba en este sentido hacia adelante. Me marcaba que “sigo reclamando el cumplimiento del artÃculo 14 Bis que necesita una reglamentación clara y precisaâ€, punto que para él debÃa debÃa ser uno de los ejes que debÃa tomar el gobierno nacional para reimpulsarse y salir de cierta actitud timorata. TenÃa precisamente algunas crÃticas a la marcha del Frente de Todos, más allá de las restricciones impuestas por la catástrofe que dejó como herencia el macrismo y la pandemia. Me dijo que “creo que el peronismo no enfrenta al liberalismo duroâ€. Y también “me decepcionó lo de Vicentinâ€. No obstante señaló a la vez que “tengo la esperanza de que en los proximos comicios pueda contar con el dominio pleno de las dos cámaras parlamentarias y concretar el proceso revolucionario pendiente que incluye el control de los espacios no productivos que tienen los terratenientes argentinos y otros temas como el del Litioâ€.
Finalmente, creo conveniente también en esto de evocar cuestiones que no eran menores en el pensamiento y el hacer de Coco, reproducir algunas cosas que dijo también hace poco, unos dÃas antes de ser reconocido Ciudadano Ilustre, al charlar con el Negro Livigni sobre la obsesión que a ambos los unÃa, el desarrollo de Viedma con eje en el IDEVI.
Se lamentaba que “cuando llegué a Viedma en mayo del 63 esto tenÃa una proyección de la gran puta, porque fijate, estaba en plena ejecución el proyecto de IDEVI, habÃa proyectos de industrialización, después vino la tomatera y otras fábricas, y yo me decÃa ‘la pegué’, esta provincia se va a desarrollar como nadie, pero con el correr del tiempo todo eso se esfumó, quedó una ciudad administrativa que no tuvo otras posibilidades de trabajo, de generación de divisasâ€.
Explicó que “el proyecto de regadÃo que hace Perón en 1951 y que después modifica el gobernador Castello, proyectado a 73 mil hectáreas, era muy grande, uno de los más grandes de riego de Latinoamérica, tenÃa más hectáreas que todo el Alto Valle junto que alcanzaba las 60 milâ€.
“TenÃamos esa posibilidad de más de 70 mil hectáreas pero luego un gobierno de facto, un gobernador de facto, suspendió las obras y no se habló más de esto; no estuvo en la agenda ni de los gobiernos posteriores ni tampoco en los partidos polÃticos, nadie tomó como bandera la reiniciación de las obrasâ€.
Aseveró que “el IDEVI fue rifado por interventores que tenÃan plenos poderes y no tenÃan Junta de Administración con los productores, asà fueron destruyendo todoâ€.
Mencionó que hubo algunas intenciones, “cuando estuvo Bidegain (Oscar) en provincia de Buenos Aires y acá Mario Franco, en el 73-74, quisieron recrear el proyecto Wauters de unas 400 mil hectáreas -en Patagones, en el área lindante con RÃo Negro-, con lo cual la comarca podrÃa haber tenido unas 500 mil hectáreas bajo riego, un paÃsâ€.
Recordó además que José Maria Guido habÃa dicho que con la construcción de las represas Chocón-Cerros Colorados después se iba a impulsar decididamente el riego y en todos los valles a la vera del rÃo Negro se iban a alcanzar precisamente 500 mil hectáreas bajo riego; yo decÃa al e cuchar esto que tenemos un destino venturoso, pero no pasó nadaâ€.
Coco reflexionó además que la frustración del desarrollo tuvo que ver también con que hubo “gobiernos de facto, no tuvimos prácticamente etapas de democracia como se puede gozar ahora, e indudablemente estábamos contenidos por el miedo, especialmente a partir de 1976 donde te podÃan limpiarâ€.

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