El gobernador Alberto Weretilneck confirmó que solicitará al Gobierno Nacional la provincialización de las rutas 22 y 151 para poder generar el mantenimiento y las mejoras requeridas mediante fondos de inversión privados. Se trata de una estrategia conjunta con la provincia de Neuquén.

Las vías que conforman la entrada y la salida de Vaca Muerta muestran un enorme deterioro y abandono por parte del gobierno del presidente Javier Milei. “Hace más de 20 años que los gobiernos nacionales, no importa el signo político o partidario, no pueden terminar la ruta. El nivel de mantenimiento es lamentable, basta de dar vueltas, necesitamos una solución definitiva”, sostuvo.

Al participar el lunes último del acto central del 245° aniversario de la comarca Viedma-Patagones, en diálogo con los medios de prensa, aseguró que trabaja junto a su par neuquino Rolando Figueroa en toda la documentación para solicitar el traspaso de las rutas 22 y 151.

“Apenas tengamos la propuesta consensuada entre las dos provincias la transmitiremos al gobierno nacional”, adelantó Weretilneck.

El mandatario había anticipado la propuesta durante el encuentro Vaca Muerta Insights 2024. Allí, afirmó que que cuando las empresas analizan sus costos y ve cómo impacta el acceso a Vaca Muerta es un problema. "La Ruta 22 genera una demora desde Regina hasta Añelo, con el impacto de la producción de arena en Río Negro al sur del río, que es preocupante", añadió.

El Gobernador de Río Negro habló sobre una gestión mixta público-privada con financiamiento a través de la concesión de obra pública, en otros casos a través del sistema de peajes, “esencialmente financiado y pagado por quienes usan las rutas y no son habitantes de Río Negro ni de Neuquén”.

“Estamos convencidos, las dos provincias, que lo mejor es que sean rionegrinos y neuquinos quienes administren nuestras propias rutas, porque está claro que los gobiernos centrales no entienden la importancia que tienen para nosotros y tampoco le prestan atención”.

La ampliación de la ruta nacional 22 es un trastorno para los habitantes de la región norpatagónica. Pasaron cuatro presidencias desde que empezó a transformarse en autovía desde Chichinales (Río Negro) hasta Arroyito (Neuquén): Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández; y tampoco hay avances con Javier Milei. La parálisis y abandono acarrean el inevitable deterioro en diversos tramos que la tornan intransitable y un peligro para los 50 mil vehículos diarios que la circulan, sobre todo para el porcentaje que lo hace entre General Roca y Cipolletti.

El Municipio de Cipolletti también pide control de la ruta 22

En Cipolletti ya se presentó un reclamo para que el tramo urbano de la Ruta 22 deje de ser controlado por Vialidad Nacional. Se trata del sector que va de la rotonda a los puentes carreteros.

El Municipio cuestionó el estado del camino y pidió a Vialidad que ceda el control del tramo, para mejorar la iluminación y el mantenimiento de la banquina.

En esa zona, que estuvo a oscuras durante años, se volvieron a colocar luminarias por un proyecto conjunto entre la empresa Edersa, el gobierno de Cipolletti y la Provincia.

Fuente: LMCipolletti

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