Viernes, 07 de noviembre
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Las Grutas celebra hoy sus 60 años

Distintos testimonios al cumplirse hoy, 30 de enero, los 60 años de la fundación de Las Grutas.

Distintos testimonios al cumplirse hoy los 60 años de la fundación de Las Grutas. Con distintos escenarios los festejos comenzarán a las 19 en el balneario, uno en la calle balneario y también en las arterias que rodean la plaza Luis Piedrabuena.

Algo de historia

Con motivo de cumplirse los 60 años de la fundación del balneario Las Grutas, un 30 de enero de 1960, es bueno hacer un racconto de esta historia. Los festejos que se realizarán por este acontecimiento fueron declarados de interés social y turísticos por la Legislatura provincial.

Las Grutas siempre existieron como fenómeno natural. En la zona entre la bajada cero y la bajada primer, los siglos y el golpear de las aguas del Golfo San Matías, fueron compactando las arenas y formando la zona de los acantilados, y dentro de ellos el fenómeno de las grutas. Ya en 1925, Las Grutas era visitada por los habitantes de San Antonio Oeste, que llegaban a ellas en camiones para realizar pic-nic en sus playas. Por el año 1938 se resolvió hacer los 14 km. de huella que la separan de San Antonio Oeste. En esa época, un grupo de jóvenes de aproximadamente 20 años, realizan la primera construcción en Las Grutas. Fue recién a fines de 1959 cuando el intendente de San Antonio Oeste, Celso Ruben Breciano junto a José Kanje, Fidencio Leal, y otros con el empuje y las ganas de hacer, no dudaron en viajar a Viedma a tramitar la creación y entrevistarse con el gobernador Eduardo Castello, aunque consciente de que esas tierras eran parte de un campo privado. El mismo les brindó su apoyo y el 30 de enero de 1960 conformó la primera comisión vecinal del Balneario Las Grutas y junto a ella se firmó el primer acta en el cual se determinaba el comienzo del Balneario. Así fue como se empezó a construir la primera bajada y se dividieron los lotes. Los interesados en adquirir dichos lotes, debían abonar la suma de $m/n 3.000, con el plazo de un año para construir. Vencido dicho plazo sin haber efectuado los mismos, caducará indefectiblemente todo derecho, quedando el importe abonado a exclusivo beneficio del balneario.

La comisión honoraria pro-formación del Balneario Las Grutas estaba integrada por: Presidente: José Kanje Secretario: Miguel Santoliquido Tesorero: Fidencio Leal Delegado del Concejo Municipal: Celso Ruben Breciano Secretario de Actas: Juan Carlos Ballor Asesor Técnico: Enrique Cesar Ortiqueira Vocales: Leopoldo Cavaleiro Méndez, Juan José Leal, Julio Guidi, Orlando Vega, Egberto S. Vichich.

El 27 de octubre de 1966 se nombra una nueva comisión vecinal compuesta por Orlando Aníbal Vega, Juan Carlos Irizar, José Sánchez, Eloy Fernández, Celso Rubén Breciano (que en 1967 llevó a cabo la segunda bajada).

Mientras tanto, Hectro Izco y “Bencho Leal”, edificaron las primeras doce casas que están ubicadas aun hoy en el “barrio parque”. En el año 1976, el intendente interino del gobierno de facto, Sr. Luis Donato Oscar Frey, el secretario de obras y servicios públicos, Sr. Jorge Stigliano (ambos de la municipalidad de San Antonio Oeste) deciden construir la tercera bajada. Se comenzó el día 7 de diciembre de 1976, y fue culminada el sábado 24 al mediodía. En el año 1978 nace la cooperativa de obras y servicios públicos Balneario Las Grutas Limitada. Se forma con la participación de vecinos de San Antonio y del Alto Valle. Su objetivo es dotar al balneario de los servicios de agua potable, teléfono, cloacas, cordón cuneta, pavimento y gas natural.

Al año siguiente, se comenzó con la construcción de la red de agua potable y en 1980, se inicia el procedimiento de la central telefónica. El 1 de junio de 1984 se crea la delegación municipal del Balneario Las Grutas y se nombra como delegado a Eduardo Tomasini. En diciembre de 1984 se inaugura el puente sobre la avenida Río Negro, la oficina de informes y la central telefónica con 100 líneas domiciliarias. En febrero de 1985, se efectúa la primera fiesta Provincial del Golfo Azul.

En 1985 se lanza el primer plan de forestación del balneario y se realiza el estudio y proyecto de la obra cordón cuneta y pavimento de Las Grutas. En el mismo año se inaugura la sala de primeros auxilios con vivienda para un médico permanente. Se crea un cuerpo de bomberos voluntarios y se recupera el salón de usos múltiples, que contaba con un dictamen de demolición por fallas en su construcción. En 1986 se realiza la segunda Fiesta Provincial del Golfo Azul, esta vez en una carpa de circo alquilada. En septiembre del mismo año, Las Grutas recíbe la visita del presidente de la nación, Dr. Raúl Alfonsín. En 1987 asume como intendente el Dr. Carlos Carassale. Ese mismo año se comienzan las obras para la instalación de gas natural, junto con el sector peatonal. En febrero de 1988 se abre el casino Provincial y a fines de año se inaugura la iluminación costanera y sector peatonal con estilo arquitectónico mediterráneo y pavimentan la avenida Río Negro. En febrero de 1989 se realiza la primera Fiesta Nacional del Golfo Azul. En 1989 se construyen los canteros de la avenida Río Negro y la cuarta bajada, junto al polideportivo.

El 24 de febrero de 1990 se inaugura la torre tanque conectada al acueducto, iniciado en 1974. En 1990 se realiza la segunda fiesta nacional del Golfo Azul, en el polideportivo, que obtiene un gran éxito. A partir de 1992 se implementa la instalación del servicio de cloacas. En la actualidad el Centro Turístico Las Grutas cuenta con más de 20.000 plazas divididas en las categorías hoteles, residenciales, complejos y casas de alquiler.

El exgobernador Horacio Massaccesi: “Las Grutas, una primera novia”

 â€œLos rionegrino nacidos en la mitad del siglo que pasó crecimos sin demasiado conocimiento del patrimonio marítimo de nuestra provincia. Especialmente los del centro y oeste de Río Negro vacacionábamos en Monte Hermoso, Necochea o Mar del Plata, según los vaivenes de la economía.

La democracia se hizo presente al mismo tiempo que una generación de dirigentes políticos habíamos nacido en Río Negro. Anteriormente con los períodos militares eran mayorías los funcionarios de otros lugares. Casi “descubrimos” los más de cuatrocientos kilómetros de costa entre la desembocadura del Río Negro y la Península  Valdes, con epicentro en San Antonio y Las Grutas.

Por esa época Las Grutas era puro potencial, como diría más tarde en mis discursos: un as de espadas con dos cuatros. La carta ganadora fue incorporarle acciones desde el gobierno provincia y municipal. La tercera vendría como consecuencia de las dos primeras, de la mano de la inversión privada.

En la campaña a la gobernación en 1987 prometí junto a un grupo de vecinos las obras que le cambiarían definitivamente el perfil al balneario. Agua potable, teléfonos, red de gas, asfalto, Casino, asfalto, cloacas y aeropuerto.

Las Grutas fue el epicentro de una política turística que incorporaría este recurso definitivamente al patrimonio rionegrino. Nos referíamos al turismo como la “segunda manzana”, dejando para la fruticultura el papel principal. En la actualidad creo que tiran parejos. Río Negro fue la primera provincia argentina en tener un Ministro de Turismo. (Antonio Torrejón).

Fue una tarea de equipo, complementamos el Proyecto de Provincia con una receptiva y eficiente gestión Municipal encabezada por Carlos Carassale. Y un grupo de vecinos que rivalizaban en compromiso y entusiasmo en torno a la Fiesta del Golfo. No mencionarlos sería muy injusto, aunque estoy seguro me olvido de varios en estas rápidas líneas: Yayo Leal, Jotita Alvarez, Nicola Salvi, Catito Urcera, Eduardo Tomasini y todas sus respectivas familias y amigos.

Las Grutas nos superó en expectativas, por esos días nos ayudaron a hacerlas conocer personalidades del espectáculo, la música y el deporte. Mirtha Legrand, Joan Manuel Serrat, Carlos Paez Vilaró y todos los conjuntos de moda engalanaron sus acantilados.

Ahora Las Grutas asombran al mundo, las leyendas son parte de su historia: si el Casino se construyó en treinta y cinco o cuarenta días, si la primera bola fue un siete o el catorce, si los Auténticos Decadentes vinieron solos o con Alberto Castillo, si Mercedes Sosa estuvo dos o tres veces, si el Embajador de Estados Unidos (Terence Todman) dijo que era el mejor lugar que había visto en Argentina.

Para quien escribe estas líneas Las Grutas son una sola cosa: etapa inolvidable de mi vida, como una primera novia”.

 â€œLa vara alta y la camiseta de que somos un municipio turístico”

El delegado municipal Nicolás Carassale, hijo del exintendente y exlegislador Carlos Carassale, puede decir que es un NyC, nacido y criado en San Antonio y radicado en Las Grutas hace ya diez años, y decidió seguir los pasos de su padre en política. “El compromiso lo tenemos día a día, estamos a full, hay mucho por corregir, por cambiar”, enfatizó.

Recordó que su padre también con mucho esfuerzo personal y de la familia –“una locura, por la inversión, por no tener el dinero y meterse con los bancos”- puso en marcha un hotel frente al mar, “y fue el sustento de la familia, de mi madre, mío y de mis hermanos, y hoy lo sigue administrando mi madre, es el negocio que nos dejó mi padre como herencia, tuvo un impacto muy grande en Las Grutas en los primeros años y hoy es un éxito”.  Nicolás Carassale estuvo involucrado con su hermano menor en la administración del hotel y en un emprendimiento gastronómico y en los cuatro años anteriores fue delegado de la ANSES en San Antonio, en la gestión de Mauricio Macri.

“Hoy nos toca estar representando a la delegación municipal, acompañando al intendente municipal Adrián Casadei, con entusiasmo, con ganas de volver a poner a Las Grutas en el lugar que se merece”, consignó.

Dijo que quiere retomar el impulso de toda la gente que en su momento impulsó a Las Grutas a crecer, la que puso en marcha la Fiesta del Golfo Azul, la que le dio el sesgo turístico regional y nacional, como su padre, como Eduardo Tomasini, primer delegado en el balneario, cuya hija Roxana acompaña la gestión. “El compromiso lo tenemos día a día, estamos a full, hay mucho por corregir, por cambiar”, enfatizó.

Dijo que todo el equipo de Adrián Casadei “es muy compacto, comprometido y solidario y está atrás de los problemas, de todas las obras y acciones que hay que hacer”.

Señaló que por supuesto en función de la temporada que está en marcha se están realizando las tareas de embellecimiento y limpieza, desmalezamiento, pintando los cordones y paredones, arreglando veredas y que funcionen bien los servicios públicos.

“Estamos encima de las cosas para que salgan bien”, enfatizó.

Sobre Las Grutas destacó que “es un lugar muy maravilloso por el lugar geográfico que ocupa, las playas que tenemos, la calidad del agua, los paisajes que tiene, somos nosotros los que por ahí fallamos y tenemos que ir encontrando las medidas, las acciones, para potenciarlo con eje en el turismo, no se trata de apuntar hacia atrás y decir éste o aquel intendente hizo menos, somos nosotros como sociedad toda que tenemos que entender que estamos en un lugar turístico, vivimos del turismo, el turismo es transversal a todas las actividades, a la pesca, a la cultura, a la producción, a la ganadería…”.

Indicó precisamente que el eje marcado por Adrián Casadei “que somos un municipio turístico, apunta a eso, a que todos entiendan, desde el verdulero, quien atiende en una estación de servicio o hasta el mayor empresario que todo es turismo”. “Tenemos que ponernos la vara alta y la camiseta de que somos un municipio turístico, lo que implica colaborar en embellecer la ciudad, en que el turista se sienta bien recibido y atendido”.

Sobre las actividades de comunicación y promoción, indicó que el EMPROTUR –Ente Mixto de Promoción Turística- de Las Grutas, San Antonio Este y San Antonio Oeste, lleva un año “y con aciertos y errores está haciendo una gran tarea, se participa de las ferias en la promoción, con folletería y videos de calidad, y se apunta a promover el turismo todo el año, con distintas ofertas y propuestas, con una calidad en la atención que es la que permitirá que el que viene vuelva y con el boca a boca se siga fortaleciendo el conocimiento del lugar que ya tiene su nombre a nivel nacional”. “Que se corresponda la realidad con lo que estamos promoviendo, y allí hay todavía mucho por hacer, todavía faltan muchos servicios, que sean de calidad, trabajar mucho lo que es arriba de la playa, más allá de cuidar la playa, hacer crecer la infraestructura”, explicitó.

Sobre otras cuestiones puntuales, mencionó tener alguna atención diferencial al comerciante que hace el esfuerzo de estar abierto y mantener el personal todo el año, ya que hay mucho comercio y emprendimiento que obviamente sólo abre en la temporada de verano, mantener la peatonal linda todos los meses, que la estación de servicio de Las Grutas esté abierta también todo el año, entre otros.

 â€œHacen falta carreras de nivel universitario y conexión aérea”

José Luis Vecchione se puede decir que es uno de los pioneros de Las Grutas, ya que llegó con su padre en 1969. Se dedicó en principio a la construcción como su padre y luego al comercio y la gastronomía especialmente, como un Restobar.  Formó su familia acá, con su mujer Laura Moyano, oriunda de San Antonio, tuvo cinco hijos  La memoria oral permite a veces reconstruir la historia de cada lugar, como en este caso, donde Vecchione transmite sus recuerdos y a la vez da una idea de cómo fue el crecimiento del balneario.

Vecchione informó que “llegué a Las Grutas con mi padre en 1969, vino a conocer las playas, tuvo contacto con el intendente, y se quedó a edificar, ya que tenía una empresa de construcción en Buenos Aires, después de dos años trajo toda la familia”.

Recordó que como pasó históricamente “la gente llegaba más en verano, en invierno éramos pocos, 300 habitantes en aquella época, no teníamos nada, no teníamos ni agua ni luz; el primer tendido de electricidad se hizo, a instancias de mi papá, en la avenida Río Negro donde nosotros hicimos la casa”.

Una infancia tranquila y feliz

Destacó que “tuvimos una infancia feliz, acá era todo muy tranquilo, nos juntábamos con los chicos, íbamos a ‘martinetear’ (cazar martinetas) a la noche, era la única diversión que teníamos, también estaba lleno de liebres que nosotros encandilábamos con las luces; más jóvenes, cuando queríamos ir a un boliche un fin de semana, nos íbamos caminando a San Antonio porque sólo había tres horarios de colectivos, el de las 7.30 de la mañana para ir al colegio, el de las 12.30 para volver y el último a las 6 de la tarde”.

Mencionó que muchos de aquellos amigos de la infancia y la adolescencia todavía viven acá, de las familias Masch, Galindo, Fernández, los hermanos Castro, de la empresa de transporte, entre otros.

Durante su vida “nos hicimos amigos también de los primeros pulperos que había, participé de distintas cooperativas que impulsaron la construcción de la sala de salud y  la radicación del destacamento policial, que primero estaba en el lugar donde ahora está la biblioteca y después construimos la sede de la comisaría, que tenía primero un calabozo y una oficina. Para la primera salita trajimos a Violeta Villalobos que fue la primer doctora, hicimos toda la gestión, que se terminó radicando acá,  y que trabajaba con una enfermera, después formamos una comisión y se fue agrandando”.

Informó que también se dedicó al fútbol, “era arquero, teníamos un canchita donde entrenábamos, donde actualmente está el supermercado Maxicom, y después pasamos las canchas a los terrenos del Automóvil Club, donde después pusieron la primera carpa para hacer la Fiesta del Golfo,  y competíamos los domingos en San Antonio”.

Recordó que “en la primera Fiesta del Golfo, que empezó como provincial, estuvo Horacio Guaraní, y cuando pasó a ser Fiesta Nacional, el folklorista pasó a ser el padrino de esta celebración que ya lleva 31 años”.

Contó que asombró luego el desarrollo rápido del balneario, “se hizo el casino que fue una obra récord, empezaron en octubre y en diciembre, el mismo año, ya estaba inaugurado”, y luego el polideportivo, la ampliación de los servicios y otros emprendimientos. “Cuando empezó la democracia se dio el crecimiento, con el ‘Tano’ Carassale, Álvarez Guerrero como gobernador y luego Massaccesi, ahí empezaron a hacer los edificios frente a la Segunda Bajada, el casino, muchas obras grandes, empezó Casablanca, nosotros agarramos Las Grutas sin teléfono, el primer teléfono público para comunicarnos estuvo en la galería Antares, se hacía una gran cola de gente; sin agua, el agua venía con camiones, por ahí nos quedábamos sin luz toda la noche porque los loros provocaban cortocircuitos de la línea que venía del Centro Minero, y todo eso fue cambiando”, explicó.

Informó sobre el desarrollo de su vida personal que especialmente se fue dedicando a la gastronomía, que los primeros propietarios de locales y casas en Las Grutas atravesaron dificultades, había gente inescrupulosa que venía a trabajar en la temporada y abandonaba el balneario de noche, llevándose todo y sin pagar el alquiler, “eso llevó a que se empezara a desconfiar y entonces ya se hicieron contratos con seguro”. “Otra gente, por el contrario, vino a trabajar y se terminó quedando”, explicitó.

Igualmente marcó que en distintas etapas hay como una desigualdad, respecto a que se dan más ventajas a quien viene a trabajar en el comercio por dos meses “y nosotros que estamos hace 50 años acá, pasando todo el invierno, no se nos da nada, todo a pulmón y sigue aún costando mucho sacar una habilitación”.

Sobre qué necesidades plantean sus hijos respecto a Las Grutas, para que tenga más desarrollo y radicaciones, mencionó que hacen falta carreras terciarias y universitarias acá “para no tener que irse a estudiar a otros lados, volver a tener conexión aérea, ya que en su momento se tuvo el aeropuerto y vuelos de LADE y SAPSA, y una mayor actividad todo el año, que se consoliden otras alternativas al margen de “la explosión” de visitantes en verano.

“Muchos de los que hicimos Las Grutas vinimos de afuera”

Narciso Llahi se dedica a la gastronomía, tiene una fábrica de pastas y rotisería que se llama La Caracola. Algunos años se alejó de Las Grutas para buscar otro horizonte económico y también para estudiar en Buenos Aires,  pero pasó desde chico la mayor parte de los años en el balneario y hace cinco que decidió definitivamente no volver a irse. Su experiencia personal entonces permite conocer cómo fue evolucionando la villa marítima y los avatares que pasaron allí los vecinos cuando todavía no era un ‘boom’ turístico.

Narciso contó que “llegué a Las Grutas con mis padres y un hermano en 1968, éramos de Buenos Aires y teníamos un colectivo con el que salíamos a recorrer el país; mi abuela había

estado acá en 1966 y le había encantado la playa, así que con esa referencia vinimos”.

Mencionó la anécdota que como llegaron de noche, no sabían que los cables de electricidad cruzaban la calle de entrada muy bajos y con el colectivo los cortaron, ya que obviamente era más alto que cualquier automóvil, “y dejamos a Las Grutas sin luz”.

“La mayoría de los primeros que nos radicamos veníamos de afuera, éramos ‘inmigrantes’ y hasta ‘mal vistos’ por la gente de San Antonio que nos consideraban como ‘invasores’ de su zona, aunque después eso cambió, fui haciendo grandes amigos con la gente de San Antonio; nos conocíamos todos, al revés de hoy, que por la explosión de gente, ya hay muchas familias radicadas acá que no conozco, los cruzo y no sé quiénes son”, reflexionó.

Indicó que los primeros años “veníamos todos los veranos más las vacaciones de invierno”, hasta que en 1971 construyeron una primera casa y en 1976 “ya tomamos la decisión de vivir acá”. Mencionó que conocieron allí a la familia Durán, cuyo uno de sus integrantes, Salvador Durán, años después, en el 2003, fue compañero de fórmula de Carlos Soria, en su primer intento por llegar a la gobernación.

Explicó que en 1972 su padre “junto con Alberto Romera abrieron la primer rotisería, que era pescadería a la vez, que se llamaba La Perla, que ya no existe más”. Entre otros emprendimientos, contó que su padre, vendió un departamento –que solía prestar a quienes venían a tentar suerte a Las Grutas- y compró un barco a Hugo Campisi en Viedma, “El carolina”,  para hacer paseos de pesca deportiva, aunque luego no pudo desarrollar el proyecto. Contó también que “mi viejo, con una lancha que tuvo, se hizo amigo del ingeniero Centeno, que inició la obra del puerto del este e hicieron entre otros los trabajos para sondear las profundidades, los cateos, por eso me pasaba tres o cuatro meses viviendo en el puerto donde no había nada”.

Narciso contó que hizo la primaria en el balneario, donde la escuela era de tipo rural, muy chica, el director era a la vez maestro en algunos grados, y en séptimo sólo había tres alumnos. En 1983, después de Malvinas, le tocó el servicio militar en San Martín de los Andes. Mencionó que estuvo viviendo en el Alto Valle, aunque volvía a Las Grutas dos veces por mes, y hace ya cinco años que está radicado definitivamente.  Informó además que en Buenos Aires estudió y se recibió de Licenciado en Economía, donde conoció al exministro de Economía provincial, Norberto Blanes,  “pero no ejercía, me terminé dedicando a la gastronomía”.

En cuanto a los años vividos en Las Grutas  antes de la última época de mayor crecimiento, mencionó que “éramos muy pocos y había mucha solidaridad”, ejemplificando que en general los pocos comercios, como un mercadito que a la vez era ferretería, solían vender a fiado, “tenían una libretita a disposición” donde registraban la deuda. “Los más viejos le dábamos una mano a las familias más nuevas que llegaban, éramos de brazos abiertos”, explicitó. “No había gas, había que ir al monte para traer leña para la estufa, porque se utilizaba la garrafa sólo para la cocina, apenas se podía agarrar alguna radio AM o estaban las radios de onda corta, se accedía a un solo canal de televisión algunas horas por día”, describió sobre aquellos años donde no había más de 300 habitantes.

Sobre cómo fue creciendo Las Grutas, señaló que “la obra de gas natural se hizo en el gobierno de Álvarez Guerrero, el primer gobernador una vez que se recuperó la democracia”.

Destacó que el gran impulso lo hizo el gobernador Horacio Massaccesi, “nos trajo el casino, el polideportivo, un montón de otras obras, inauguró la Fiesta del Golfo Azul y puso a Las Grutas en conocimiento de todo el país, sobre todo con el programa de Mirtha Legrand y estaba la revista Bronceado (de Ricardo Vignoni) que promocionaba la actividad  en la temporada”.

“Sigo promocionando Las Grutas”

La puesta en marcha de la Fiesta Nacional del Golfo Azul fue un reflejo del crecimiento que empezó a mostrar Las Grutas a fines de los 80 y en la década de los 90, constituyéndose en el principal balneario de Río Negro y la Patagonia y, progresivamente, atractivo para el resto del país. Como en otras fiestas, regionales primero y nacionales después, la elección de la reina constituía un gran atractivo ya que la elegida se transformaba en la embajadora del lugar. A 30 años de su elección, Verónica recuerda esos años donde como otras jóvenes disfrutaba del balneario, lo que le significó ser elegida reina y su mirada actual de Las Grutas después de todos estos años en que tuvo una destacada carrera profesional.

Verónica recordó que como reina fue tapa de la revista Bronceado, que editaba Ricardo Vignoni para Las Grutas y otros lugares de veraneo de la costa rionegrina,  que además su madre coleccionaba. Sobre cómo decidió presentarse al concurso, mencionó que “yo terminaba el secundario y estaba viendo que estudiar. Inicialmente no me entusiasmaba participar, ya había estado en la Fiesta de la Manzana y había salido segunda princesa. Pero mis padres y  amigos me animaron a volver a los concursos”.

Destacó que “fue una experiencia inolvidable, conocí nuevos lugares, gente increíble y las riquezas de mi provincia. Años más tarde llegaron los viajes internacionales y aprendí a valorar mi país viviendo afuera”.

Sobre su visión actual del balneario, dijo que “Las Grutas ha crecido enormemente y me emociona muchísimo cuando mis alumnas argentinas y extranjeras conocen el lugar de donde soy. En este momento estoy con amigos de Londres que quisieron conocer la Patagonia, especialmente Las Grutas. Si bien conozco otras playas,, siempre vuelvo, a reponer energías, a conectarme con este mar; la bajada de acantilados es una parte de mi lugar en el mundo”.

Al consultársele si se sigue viendo con los amigos de aquella época, expresó que “casi no me encuentro con amigos de la adolescencia personalmente pero sí estamos cerca gracias a las redes sociales. Estoy con mi familia en  fiestas de fin de año y a veces estoy en invierno”.

Sobre lo que recuerda de su vida en el balneario en aquellos años de joven, señaló que “salíamos a tomar algo a Acqualung, a bailar en Status y había otra confitería en la esquina que no recuerdo cómo se llamaba. Estaban también las mateadas infaltables en la marea. Los tamariscos eran el lugar ideal para broncearnos en diciembre y poder ir a la segunda bajada con el color del verano”.

Recordó que “en invierno estudiábamos; yo no quería llevarme materias para disfrutar el verano. Mi abuelo tenía una casa en Las Grutas y me quedaba semanas con él. En San Antonio había un boliche que se llamaba La Pajarera y ahí íbamos a tomar algo en invierno con mis dos hermanos”.

Contó que “mi familia estaba formada por mi padre Benjamin, mi madre Aida, más conocida como Kuky, y mis hermanos Erick y Teddy”.

Un gran desarrollo profesional y personal

Sobré su ocupación y el desarrollo de su vida después de esos años, destacó que “a mí me gustaba estudiar y lo sigo haciendo. Estudié diseño de indumentaria en la UBA, luego me fui a hacer un posgrado a Bogotá sobre imagen personal y corporativa. Y trabajé con la marca Salvadore Ferragamo en Colombia y México. En Buenos Aires hice entrenamientos de coaching ontológico y en la actualidad diseño cursos y talleres de imagen y desarrollo personal. Soy profesora en la UBA y trabajo para una productora. Gracias a las nuevas tecnologías mi web www.imagendemujer.com se lee en toda latinoamerica. Tengo alumnas de varios países tanto en los cursos presenciales como en línea y puedo contarles de nuestras playas. Muchas ya se entusiasmaron con venir para el eclipse de diciembre”.

Precisamente afirmó con orgullo que “sí, sigo promocionando Las Grutas. Cuando inicio un curso y cuento algo sobre mí para generar esa empatía tan necesaria para iniciar un proceso de aprendizaje, infaltablemente surge la curiosidad sobre nuestras playas, si la temperatura del agua es cálida, cómo se originan los acantilados, etc.”.

“En mi Facebook subo fotos de acá para que conozcan más la belleza de nuestro lugar”, señaló.

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